domingo, 4 de noviembre de 2012

Un menú misterioso: La mano invisible

En la familia de Lorena ya había ocurrido que a sus hermanas les habían acariciado el pelo, la espalda o incluso empujado... La noche en que le ocurrió a Lorena este breve episodio dormía sola. Compartía habitación con su hermana pequeña, pero ella no estaba. Se abrazó a la almohada, dejándose llevar por el sueño estirada y con el rostro hacia el techo. La almohada estaba agarrada por su brazo izquierdo, y allí permaneció.   
Cuando parecía que pensaba que ya estaba empezando a dormirse ocurrió: Un golpe seco debajo de su ombligo la despertó de golpe. Casi se levantó pero no lo hizo, tan solo permaneció quieta mirando a su alrededor y analizándolo todo: la almohada no había sido, seguía abrazada a su izquierda... estaba sola, nadie había tenido tiempo de entrar, tan rápidamente e incluso pegarle y luego salir... (Continuará).             (Washington de la Cruz. 6º curso).

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