domingo, 25 de noviembre de 2012

Historias asombrosas: Jordi Serra i Fabra

Son increíbles las historias que se pueden contar en un ascensor, como le paso a Quique, se quedo encerrado en un ascensor con un señor a oscuras. El anciano le conto cosas de Shakanjoisha.
Quique se entusiasmo con ese país y el anciano le narró una historia, pues estuvieron a punto de quedarse sin ella, pues tuvieron una epidemia de amnesia. Un día cuando casi no quedaba nadie con memoria vino en cohete un extraño al que acogieron. Y esa noche ese hombre termino de robar todas las memorias, pero por su ambición de haber perdido unos recuerdos le obligaron a buscarlos, y lo encontró, un recuerdo en un comerciante y visto que si no se dejaba que se lo quitara le confesó su truco de que era comerciante y las vendía Aymuz, que es como se llamaba ese comerciante se las ingenió para que le diera su memoria y luego devolvérsela él se la prestó pero no se la devolvía, recogió las mentes y se las dio a sus dueños y desde entonces se convirtió en un héroe.
Vieron que el tiempo se alargaba y el anciano le contó de aquella vez en la que se quedaron sin tiempo, todo el mundo se paralizó, pero un científico consiguió resolver que el tiempo estaba enfadado, pero él lo alegró  y consiguió que volviera.
El anciano también vio que le gustaba la música y le , contó la historia de Norgo el músico más increíble de todos ,pero se quedo muerto en la vida, un alumno de medicina le supo curar con una de sus máquinas, y descubrir que tenía una depresión y curársela. También le contó su tercera historia de un reportero que causaba sensación con sus mentiras, pero un científico que al ver que no respondía sus cartas decidió darle una lección diciéndole que era enviado de eternidad de donde hacia sus mentiras y le supo engañar con un eclipse y desde entonces solo dijo la verdad. El anciano al salir del ascensor desapareció, dejándole claro que Shakanjoisha estaba en su imaginación.
(Rodrigo González.6º curso)

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