La noche avanzó hasta que ya eran las 12 de la noche y mi abuela contó una anécdota. Un día estaba en el salón y empezó a oír lloros de mujer se asomó a la ventana que comunicaba con su patio estaba todo descuidado y a través de la única ventana con la persiana subida vimos a una mecedora haciendo punto. Empecé a sospechar que las fechas de los buzones era la fecha de su muerte así que me puse a investigar.
Junto con mis primos decidimos ir a investigar esa casa ya que no tenia dueño excepto los fantasmas entramos, vimos el piano tocándose solo salimos y volvimos la casa estaba con polvo pero con todo colocado, pero a oscuras oíamos un llanto y fuimos a ver, nos asomamos a la puerta, no había nadie estaba detrás de nosotros corrimos mi primo se tropezó y encontró una baldosa con una foto, la cogió corrimos y nos escondimos. La foto no era ni mas ni menos que de David, Francisco y Javier .
Investigando descubrimos que los cuatro eran gemelos y que los tres habían muerto y entonces María Dolores estaba vengando a sus hermanos. Los malos no descansan ni por Navidad lo único que había que hacer era que hacer era convencerla de que la Navidad era mucho mejor pasar las Navidades con sus hermanos lo unico que se podía hacer era hablar con ella sobre la Navidad y que mejor forma de hacerlo que escribir una carta de sus hermanos donde ponía:” querida hermana si estas leyendo esta carta es porque te estamos esperando en el cielo”. Pero la chica no era totalmente tonta y nos persiguió hasta que pudimos salir y desde entonces María Dolores ronda por la casa del primero B esperando año tras año como regalo de Navidad que sus hermanos vuelvan.
Rodrigo González Rivero. (5º curso)
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