domingo, 15 de enero de 2012

Buscando a los Reyes Magos

En una ciudad vivía un niño que se llamaba Pedro. Pedro tenía la duda de si los Reyes Magos le iban a traer regalos porque no había escrito la carta. Cuando se fue a acostar no se  podía dormir y se le ocurrió la idea de buscar a los Reyes para preguntarles si le dejarían algo en su casa.
Pedro se escapó de casa. Caminando por la calle se encontró un bar, y entró en él y vio a tres hombres muy extraños y con un saco.  Pedro ya les iba a preguntar cuando se oyó un grito de una señora procedente de la calle  que decía:
- ¡Me han robado el bolso tres hombres con un saco!
Pedro enseguida metió la mano en el saco sin que los hombres se diesen cuenta y devolvió el bolso a la señora. Entonces Pedro se fue del bar, y andando por la calle le preguntó a un hombre que si había visto a los Reyes Magos.
El hombre contestó:
- ¡Si están en aquel edificio!
Cuando Pedro pasó parecía el portal de Belén y vio a otros tres señores extraños arrodillados ante un bebe. Pedro iba a volver a preguntarles cuando otro hombre apareció detrás de unas cortinas y le dijo que no podía estar allí, porque se estaban realizando el rodaje de una película y, para colmo, el actor que hacía de San José se había puesto malo. Pedro contestó que en su colegio había interpretado a San José  y podía ayudarles en la representación de la escena. Fue un éxito y todos quedaron muy contentos.
Más tarde Pedro salió del edificio y en la puerta se encontró a un niño pequeño llorando porque se había perdido. Enseguida Pedro lo animó y lo cogió de la mano. Juntos se fueron a la comisaría de policía que estaba muy cerca Cuando llegaron, le contaron el problema a un agente de policía que estaba allí y después de buscar en varios sitios encontraron a los padres del niño. Ya eran las dos y media de la madrugada, Pedro estaba cansado así que volvió a su casa, se puso el pijama, se metió en la cama y se durmió enseguida, pero un poco triste pensando en que no le iban a traer nada.
A la mañana siguiente la sorpresa que se llevó fue enorme. Sí tenía los regalos que quería y al lado de uno de los regalos se encontró una nota que decía:
- Aunque no nos hayas escrito la carta has estado toda la noche ayudando a muchas personas y por eso te mereces estos regalos.

Juan Antonio Gómez del Pulgar González (5º curso).

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