
Era un día de primavera, estábamos
mi amigo imaginario y yo en el campo, el sol brillaba con fuerza y los pájaros
cantaban alegremente. A lo lejos vimos un bosque de árboles muertos donde el
único ruido que se oía era el aullido de un lobo solitario. Muertos de
curiosidad nos adentramos en él con el corazón en un puño. En cuanto nos
adentramos en el bosque todo empezó a cobrar vida; unas plantas carnívoras
gigantes nos intentaron atrapar, unos
pájaros que no pude identificar se lanzaron contra nosotros, las
serpientes que había se enrollaban en nuestras piernas y una voz dijo largaos
de esta lugar .Nosotros no hicimos caso y yo dije:
-Jamas nos largaremos
Y la voz dijo:
-Pues sufriréis las consecuencias.
En ese momento del suelo salieron
unos esqueletos con armadura y espada que se dirigían hacia nosotros.¡Que
horror!
Muertos de miedo salimos de aquel
bosque maldito para no volver.
(César Múñoz Galera. 6º curso)
No hay comentarios:
Publicar un comentario