lunes, 29 de octubre de 2012

Un menú misterioso: La tabla de la Ouija

Se acercaba la fecha de Halloween, y buscando historias de miedo encontré un extraño y viejo diario en el desván de la casa de mi abuela; enseguida me sentí atraída y no pude evitar leerlo:
 “…en la llamada noche de los muertos, mis tres amigos y yo nos reunimos para invocar a los espíritus con una extraña tabla -la Tabla de la Ouija-.
Pensamos que lo mejor sería reunirnos en una vieja casa abandonada, nos sentamos en el suelo iluminados por una vela y en el centro la tabla. Nos pusimos todos hacer preguntas y aquello no parecía moverse, cuando de pronto se fue marcando por si solo un nombre, Amanda, y a partir de ese momento el miedo se apoderó de todos nosotros, nos parecía escuchar sonidos por todos lados y cuál fue nuestra sorpresa cuando al mirar a un lado un gato negro de ojos amarillos y dientes afilados nos miraba atentamente. Intentamos ahuyentarlo pero el gato no se movía, nos miraba fijamente estábamos muertos de miedo, el gato estuvo mirándonos de este modo bastante rato en el que estábamos paralizados y los ruidos extraños se oían por todos lados. Al final el gato se marchó de allí y nosotros también pero decidimos que nunca más usaríamos esa tabla aunque el nombre de Amanda era un enigma para nosotros y al cabo de un tiempo pensábamos que intentaríamos descubrir la historia de este nombre…”.
Cerré el diario, pensando si esa historia sería verdadera, y al alzar la vista un gato negro de ojos amarillos y dientes afilados me miraba fijamente.
(Elena Martínez. 6º curso).

2 comentarios:

  1. Escalifiante y muy chula

    ResponderEliminar
  2. yo si hubiera visto el gato de la historia tendria mucho miedo,¿que pasara con Amanda?

    ResponderEliminar