viernes, 26 de octubre de 2012

Un menú misterioso: ¡Cuidado con quien andas!

Esto ocurrió en un lugar gobernado por el miedo, hace muchos, muchos años.
En la casa del viejo leñador,  un 31 de Octubre de 1410,  nacía un niño llamado Pedro. El niño creció un poco solo, porque su madre murió al nacer él y desde entonces vivió con su padre que siempre estaba ocupado con sus trabajos para poder sacar a su hijo adelante.
 Cuando tenía 7 años una terrible guerra sacudió el país y como Pedro no podía quedarse solo en su casa, se fue con su padre a un antiguo cuartel. Su padre no le quería decir que corría un gran riesgo de morir,  entonces se inventaba aventurillas para ocultarle a su hijo la dura realidad. Un día estaba comiendo y le dijo a su padre que la comida del hotel (su padre le hizo creer que era un hotel) era asquerosa y su padre le dijo que lo iban a denunciar.
A veces, se llevaban al padre y él se creía que era de broma. Pero una vez el padre sabía que iba a morir y le dijo a Pedro que se escondiese en el armario. El padre murió. Pedro salió del armario. Un hombre le dijo que su padre había muerto y que se tenía que quedar con él. Pedro lloró y lloró. Aquel hombre era compañero del mismo Satán enviado por éste.
 Ese demonio le hablaba mal de su padre y de su madre  y le enseñaba los malos caminos. Poco a poco, Pedro supo que este hombre era una mala influencia y hacía como si él también fuese malo.
La  noche de su decimoctavo cumpleaños,   se le aparecieron  muchísimos fantasmas e hicieron de Pedro una terrible persona. Fue poseído por un mal espíritu y mató a bastantes personas.
Un tío suyo, al enterarse de la noticia, cogió un libro, pronunció un sortilegio y expulsó a los malos espíritus y desde entonces cuidó de Pedro.

 (Santiago Martín-Sierra. 6º curso)

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