lunes, 3 de junio de 2013

El hombre acuático

Chris es un niño de doce años que era muy vago, el no dejaba de gastar agua. Y sus padres le regañaban.
-No puedes gastar tanta agua -le decía su padre.
-Pero, si hay mucha agua, y es que si me dejo el grifo abierto arriba, ¿tengo que subir allí?
-Pues claro que si.
-Pero si hay mucha, además, el agua es una tontería, sin ella podría vivir perfectamente.
Esa misma noche cuando Chris estaba durmiendo, la fuente que había al lado de su casa empezó a manar un agua que se convirtió en un hombre. El hombre dio un salto y entró por la ventana.
Chris se despertó y...
-Ahhhhhhhh -gritó.
-Tranquilo, yo soy el hombre acuático y vengo para enseñarte una cosa.
-¿Qué cosa? -preguntó Chris en un tono desafiante.
-Pues como quedará el planeta si seguimos derrochando tanta agua -explicó el hombre.
En ese momento un vórtice de agua los absorbió.
Cuando Chris quiso abrir los ojos (pues los había cerrado) se  dio cuenta de dos cosas, la primera era que no estaba mojado y la segunda era que no había nada ni árboles ni plantas ni gente, ni tierra, parecía que estaban en Marte.
-¿Cuántos años hemos avanzado? -preguntó Chris.
-No sé pero si seguimos derrochando el agua así el planeta se quedará así.
-Prometo que me esforzaré para no derrochar tanta agua -se decidió Chris.
Chris se despertó y se levantó, miró por la ventana a la fuente, y le pareció ver la silueta de un hombre guiñarle el ojo.
(J.Antonio Gómez del Pulgar)

No hay comentarios:

Publicar un comentario