Un día como otro cualquiera, a una chica llamada Nerea le pidieron que hiciera un trabajo sobre el agua, a ella eso le aburría mucho, y decidió no hacerlo, el agua le parecía aburrida e insignificante.
Sus profesores se enteraron y la obligaron a hacer el trabajo, ella dijo que no había que enfadarse tanto por un trabajo sobre el agua, pero ellos le dijeron que el agua era más importante de lo que ella pensaba.
Sin el agua no podríamos vivír, ni bañarnos, ni jugar en la piscina, y moriríamos.
Nerea no cambió de opinión sobre el agua, pero hubo unos días, en que, ella no sabía porqué, la gente le empezó a decir lo importante que era el agua. Un día a su ciudad llegó la sequía, es decir, el fín del agua, a Nerea se lo explicaron sus padres, que, hasta que no lloviera no volvería a haber agua en toda la ciudad, aunque había muy poca.
También le explicaron que el agua es un bien escaso, y que la estamos agotando, que si no desperdiciaramos tanta no habría sequía, Nerea decidió ayudar a desperdiciar menos agua, pero primero empezó haciendo el trabajo sobre el agua, lo hizo sobre todo lo bueno del agua que le habían enseñado sus padres y sus profesores. Le pusieron un diez en el trabajo, ella se emocionó mucho, y decidió, por fín, cumplir lo que había prometido, desperdiciar menos agua, empezó así:
1º. Cerró el grifo mientras se labava los dientes.
2º. Mientras esperaba a que saliera agua caliente para ducharse, la fría, la recogió en un cubo y la utilizó para regar el jardín de su casa.
3º. Se duchaba emberde bañarse.
Y así, Nerea aprendió lo importante que era el agua y que no debía desperdiciarla.
Semanas después, gracias a la ayuda de Nerea, y de muchas más personas que decidieron no malgastar el agua de su ciudad, volvió el agua y todos los ciudadanos se pusieron felices y contentos al ver que su bien más preciado y escaso había vuelto a su ciudad.
(Angela Trujillo)
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