Érase una vez un niño llamado Juan que siempre soñaba con tener poderes, porque donde él vivía había muchos: robos y muchos malos.
Un día fue casa de su abuelo que tenía un campo donde tenia
muchos cultivos y echándole un vistazo al campo Juan vio una pepita muy rara
que brillaba y dijo:
Juan -¡Abuelo! Mira lo que he encontrado.
Juan -Vale.
Dijo con alegría.
Por la noche Juan durmiendo movió la mano y se dio cuenta de
que estaba tocando algo y sin querer se la trago (la pepita). A la mañana
siguiente se despertó , desayuno ,se limpio los dientes etc.
Y salió a la calle y de repente vio un robo e intento detener al ladrón y al intentarlo ¡puf! Tenía super poderes al detenerlo todos le dieron las gracias a Juan.
Al volver a casa le conto todo a sus padres y se rieron de
el hasta que se lo enseño.
Pero al subir a la habitación, vio que la pepita no estaba ,pensando
y pensando se dio cuenta de que no estaba porque se la comió y de hay saco la
conclusión de los poderes.
Y así fue como se acabaron los robos y los malos de donde vivía Juan.
David Ciorba. 6º curso
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