Erase una vez un niño que volvía de camino a casa pero se perdió y no sabía cómo volver .Iba caminando cuando se cayó en un agujero muy profundo hasta que de tanto caer choco contra un colchón en el suelo.

Cogió una estaca y se la clavó en el corazón, el Minotauro murió al instante había vencido.
Se paró a descansar un momento cuando vio la salida del laberinto de las paredes salieron ametralladoras que le empezaron a disparar y una bala fue a parar a su brazo. El niño tirado en el suelo de dolor dijo: no puedo morir aquí, ni así, el niño se puso de un salto de pie y empezó a correr. Salió de aquel laberinto maldito para no volver más .Ahora solo debía encontrar la forma de volver a casa, pero eso es otra historia.
César Múñoz Galera. (5º curso)
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