Esto
es una historia que fue real quien quiera que se lo crea o no.
Ocurrió
en el pueblo de mi padre. Todos estábamos acostados y mi abuelo escuchó un
ruido y se levantó a ver lo que pasaba.
Yo
le escuché y me levanté y le pregunté lo que sucedía; él me dijo que no sabía pero que no me
preocupara.
Decidimos
ir al patio porque de allí venía el ruido, mientras más nos acercábamos más se
escuchaba.
Mi abuelo abrió la puerta y nuestra sorpresa fue
un resplandor enorme que parecía como si fuera de día.
Cuando
nos decidimos a salir fuera no nos dio tiempo a reaccionar, el resplandor se apagó y el ruido se esfumó.
Mi
abuelo y yo nos miramos y no supimos que decir.
Todavía
nos preguntamos que sería aquello…
(Joaquín Ramiro. 6º curso)
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