Esta historia comienza cuando mis amigos Samuel y Jonathan se vienen a mi casa a cenar.
Estábamos
viendo la televisión cuando pusieron que había una casa encantada, nos
reímos a carcajadas, pero o es que los que salían de ahí o eran tan
buenos actores que sabían fingir drama o es que estaban asustados de
verdad. Ese día decidimos ir a investigar así que le dije a mis padres que íbamos a dar una vuelta por el parque.
Llegamos
al portal de la casa era todo de color negro con una verga no muy alta
así que la saltamos, claramente la puerta no se abría así que le dimos
una patada a la vez y se rompió pues era una puerta viejísima.Entramos y había un olor tan horrible que no puedo describirlo, de
repente desapareció Samuel y seguidamente desapareció Jonathan, yo me
asusté muchísimo porque a demás se oían sus gritos. Cogí
un palo grueso del suelo (aunque sabía que no me iba a servir de
mucho). de repente Samuel y Jonathan salieron de la habitación todo
ensangrentados se me calló el palo y rodó a la otra punta de la habitación, yo corrí a cogerlo
y me caí y no pude evitar decir dos o tres palabras mal sonantes.
Samuel se me acercó y como no tenía el palo le metí una patada en un
sitió muy doloroso entonces gritó:
-Tío, tío tranquilo.
Jonathan se moría de la risa. entonces yo dije:
-¿Que esta pasando?.
-Era todo una broma.
-¿Como lo habéis hecho?.
Y
empezó a explicarlo todo, al salir del portal se oyó una siniestra risa
y le pregunte si lo había hecho el y el dijo que sí, pero yo sabía que
no era verdad y me asusté y ellos también se asustaron pero no dijeron nada y nos quedamos con la duda.
(Hugo Gómez. 6º curso)
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