En un pueblecito muy bonito, con sus casitas, sus árboles y flores, un lago, los pajaritos…. había una humilde casita donde vivía una familia con sus dos hijos de edades muy parecidas. Estos niños estaban peleando continuamente por todo, y sus padres ya estaban cansados de esta situación, y lo peor de todo es que eso era lo que les pasaba a todos los niños de ese pueblo, que estaban gritando y peleando a todas horas.
En el colegio la situación era insoportable, los niños gritaban sin escuchar a los profesores y se peleaban entre ellos ¡es un caos! –decía una profesora- ¡callaos, por favor!. Harta de reprender a los niños y que no le hicieran caso, decidió que no podía más con esta situación y que serían los propios niños los que se tendrían que dar cuenta que no podían seguir así.
Los niños siguieron así durante unos días más, y ya aburridos de no hacer nada, de no aprender nada y de que los profesores no les llamaran la atención, una mañana una niña dijo: -¡parar! no nos estamos dando cuenta de que no podemos seguir así por más tiempo, tenemos que obedecer a nuestros maestros y a nuestros padres, así que vamos a sentarnos y vamos hacer lo que Marta, nuestra profesora nos mande.
Marta se sorprendió muchísimo al ver que todos los niños hacían lo que su compañera de clase les decía, y les dijo, muy contenta: ¡por fin, os habéis callado y os habéis sentado! ¡Volvemos a estar tranquilos!.
La niña se sintió orgullosa al haber hecho acabar con aquel infierno y grito ¡Viva la Paz!.
Los padres de los niños que como todos los días iban a recoger a sus hijos con tapones en los oídos para no escuchar todas esas voces, y ese día al encontrar todo en completo silencio, y cuando supieron que los niños volvían a obedecerles a ellos y a sus profesores, unieron sus voces y también dijeron ¡Viva la Paz! ¡Viva la Paz! ¡Viva la Paz! Y padres y niños cantaron a la vez una bonita canción:
Vamos a celebrar que hay que estar en Paz, porque la Paz empieza en las cosas más pequeñas que tú puedas pensar, pon Paz en tu mundo y el mundo en paz estará… ¡FIN!
Debemos dar ejemplo viviendo en paz y con tranquilidad en casa y con nuestros compañeros para que en el mundo también haya PAZ.
Elena Martinez Alfaro (5º curso).
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